30 marzo 2008

domingo en la sierra

Hoy domingo tocaba salida a la Sierra, en este caso optamos por lo que alguien catalogó como "salida light", nada más lejos de la verdad. Salida del puerto de Cotos, por el refugio del Pingarrón hacia Cabezas de Hierro, hacia el sur, cerca de la Bola del Mundo.
Chocolate con picatostes en Puerto Navacerrada, no parece un desayuno muy de deportistas, pero bastante reconfortante, y eso que salía, en principio, un buen día.
Ninguno de nosotros conocía el camino, aunque sobre el mapa no parecía haber mayor problema.
Personalmente, que en temas de excursión suelo ser optimista (parece que hace bueno, no habrá nieve...) opté por mis viejas zapatillas de trekking, que ya con la suela desgastada y con nieve no resultaron la mejor opción. El resto del grupo ningún problema con las botas.
De momento solecito, hasta paramos a echar fotos. Cuando ascendemos por la torrentera de piedras hacia Cabezas de Hierro, cada vez más nieve y pendiente más pronunciada, la gente que pasa, lo hace con crampones y piolets, y nosotros en plan excursionista...como mucho Yago con sus mini-crampones del Decathlon.
El plan era alcanzar Cabezas, girar a Bola del Mundo, y desde allí vuelta por la Loma del Noruego hasta Cotos, pero esta nieve, casi hielo...
No pasa nada, aunque podríamos llegar arriba por la parte izquierda por rocas, dejamos la vuelta para otro día, almuerzo en medio de la nieve (muy buenos los sandwiches de Curro), y vuelta para abajo, que ya sopla el viento, en medio de la bajada una especie de granizo-lluvia, y sigue una nevada, que como dijo alguien en medio de las dudas acerca del camino a tomar:
-Si la nieve borra las huellas, esto podría convertirse en "Viven", la película...
(menos mal que Ximo nos convenció para no coger el camino de la derecha, que si no aún estamos buscando el coche y siguiendo el arroyo aparecemos en el mar)
Desde aquí y hasta el final caminando bajo una nevada bastante importante, nos adelanta uno de ¿unos 50 años? que ya me gustaría estar así a esa edad.
Sin novedad y ya en el coche, no tenemos tiempo ni para una Coke, nos volvemos a casa.
Lo bueno es que a pesar de la nieve que caía, el puerto estaba lleno de chavales andando y tirando de trineo.
Con esta excursión ya puedo vivir toda la semana.

25 marzo 2008

Música en el coche

Esta mañana he vuelto a tener los doce o trece años. Y es que mientras iba al trabajo en coche, he puesto en el CD una recopilación de cuando éramos "canajos" como decíamos antes que eramos pequeños. De esos que hace años que no escuchas. Había un poco de todo, pero cuando tocaba Kiss, entonces me he visto haciendo las cosas que hacíamos, con trece, los nervios cuando, con tus cuatro perras, comprabas el disco de turno, aún de vinilo, claro, y comprado a medias entre dos o tres, que luego te grababas en cinta (aún la Sgae no se enriquecía a costa de la plebe, y no había peligro).
Me he visto jugando con el Spectrum o el Commodore 64 de mi amigo Edu, con juegos que ahora nos harían reir.
Y cuando íbamos al MacDonalds sólamente en Navidad, si acaso también el cumple de alguno, pero cada uno pagando lo suyo, que no había para más...
Yo creo que ni siquiera jugábamos aún al basket, que en pocos años sería nuestra vida.
Todo esto pensaba mientras sonaba "Charisma", de Kiss, cuando mi niña medio habla en la sillita de atrás, mirando por la ventana:
-Pío, men (ven) ! Meeen!
Vuelvo a los "taitantos" de camino a la "guarde", me sonrío, y es que me resulta curioso cómo según que sonidos y hasta olores, aunque sean desagradables, te recuerdan a tu infancia. Y no es que ahora sea peor, pero es que mejora si piensas en lo que hiciste antes...

23 marzo 2008

Hacia rutas salvajes

Acabo de terminar el libro. El caso es que tenía bastantes ganas de ver la peli, pero como veía que se me pasaba y la quitaban del cine, me compré el libro.
Realmente no sabía de qué iba, pero leer la contraportada en la librería me decidió:
"En abril de 1992, Chris McCandless, de 24 años, se interna solo y apenas equipado por tierras de Alaska. Ha regalado todo su dinero y abandonado su coche, y sueña con una vida en estado salvaje. Cuatro meses más tarde (...) Para unos un intrépido idealista, para otros, un loco sin el menor conocimiento de la naturaleza.
Antes escribe a un amigo: "No eches raíces, no te establezcas, lleva una vida nómada..."
Según avanza el libro, te va cayendo más simpático. Y sin saber en qué acaba, ya te va dando cierta ¿envidia?. Al menos a los amantes del aire libre. Por otro lado, creo que criticar a Chris por su arrogancia al pretender vivir "con lo puesto" en tan duras condiciones es no entender sus intenciones. No tiene pinta de querer demostrar nada: de hecho apenas comenta nada aparte de su "gran aventura en Alaska". También es cierto que 24 años, unidos a ciertas lecturas "románticas" de vida en los bosques, fueron un cóctel algo explosivo...
Al final, como comenta el autor, no estaríamos hablando de todo esto, si no fuera por un par de fallos, inocentes en principio, pero cruciales al final, que ... Si no fuera por esto, habría salido del bosque tan desconocido como entró. No olvidar que anduvo durante 2 años vagando por el país, y se las arregló bastante bien.
Alguna parte algo más lenta, pero están bastante bien los capítulos dedicados a algunos aventureros, un poco pirados, cada uno en su estilo.
Sonrío mientras recuerdo que - para hacerme a la idea de sus andanzas - renuncio a la hora de la siesta para leer el libro al aire libre. Ya ves tú, sentado en el parque al solecito. Y con la tripa llena. Menudo aventurero.
También pienso que este libro es un peligro: si tienes ansias de aire libre, y te pilla en horas bajas, alguno un poco más "lanzao" pueden entrarle ganas de "ir a comprar tabaco"... y no volver.
Por supuesto que la mayoría tenemos familia, y la vida más o menos hecha, pero...
También me ha recordado el libro lo que me gustaría hacer un viaje por los USA.
Alguno dirá que ¡si, hombre, los americanos! Pero, qué culpa tendrá América - el territorio, digo - de que los americanos sean un poco así, y además, digo yo, que no todos serán como Bush, y que bastantes de ellos, sabrán situar a España fuera de la frontera con México.
Cañón del Colorado, Yosemite, Antelope Canyon, Alaska (por qué no?), entre otros, yo creo que merecería la pena.
Como dice la letra de una canción de Danza Invisible:
"No quiero tener vecinos, si cualquier sitio me espera..."

17 marzo 2008

"Guad-er-rammel"

Me encanta vivir en la Sierra, porque se supone que vivo en la Sierra, aunque no la disfruto lo que me gustaría.
Y si no vivo más cerca, es porque tengo obligaciones laborales en Madrid, no porque no quiera.
Alguno me dijo en su momento que si no tenía "lo que hay que tener" para comprarme un piso en la capital...
Por supuesto me refiero a la pasta, no ser mal pensados.
Como le decían a Tom Cruise en "Jerry McGuire ":
-"Ensé-ñame-lapasta"
Que no la tienes? ¡el siguiente!
No es mi caso, porque si nos fuimos a vivir allí ha sido porque sí, que, como en cualquier sitio, allí los pisos también son caros,y que conste que no es ningún chalet. Como alguien me comentó:
-Qué bien! Conozco a directores de banco que viven por allí! (como digo, no es mi caso...)

A lo que iba, que me gusta vivir en la Sierra, como llamamos por aquí a las montañas del Guadarrama.

Y es que Guad-er-rammel - como llamaban los árabes a esta zona cuando campaban por estos lares, ofrece bastantes posibilidades:
¿Que quieres un paseo-mini (como dice mi niña)?
Elige camino a la salida de cualquier pueblo, o en las faldas de la montaña.
¿Un poco más cañero? Según subes, la cosa se complica, claro, pero también es más divertido.

"Guad-er-rammel" - río de arena - es sólo uno de los muchos nombres por los que la Sierra se ha conocido a través de la historia, "al-sarrat" - la Sierra, evidente - o "la sierra del dragón", en alusión a la forma de la montaña conocida como Siete Picos.

Digo la Sierra, pero ¿qué fue primero: la Sierra, el pueblo, o el río?
Se supone, por la traducción, que primero fue el río, después, al pueblo por el que pasaba, y finalmente se amplió a toda la sierra que lo rodeaba.
De hecho, durante bastante tiempo, el río Guadarrama se denominó al arroyo que nace en el Alto de Guarramillas - la Bola del Mundo - y que más adelante se convertía en el Manzanares. Así fue hasta el siglo XIX

Me encanta vivir en la Sierra; podría recitar de memoria y recorriéndolas con la mente, todas las cumbres desde Las Machotas hasta Somosierra, pasando por Abantos, Cabeza Líjar, La Peñota, Peña del Aguila, Montón de Trigo, Siete Picos, Guarramillas, Cabezas de Hierro, Valdemartín, El Yelmo... y más al norte quedaron Peñalara, Risco Los Claveles, Peña Quemada, etc.

Cuando salgo de mi casa, un poco escondida, lo primero que veo es un collado bastante pronunciado, el Collado de Cerromalejo (junto a la Peñota), antes ni lo conocía, pero ahora es un poco mi favorito.
Y cuando salgo a tirar la basura, subo un poco y llego a ver la niebla sobre La Pedriza.
Y así, planeo la próxima salida en bici...