25 abril 2011

Otero Sherpa: 20 años montando en bici

Aprovecho para recordar a quien interese - seguramente sólo a mi amigo Víctor - que justo hoy hace 20 años que Víctor y yo nos compramos nuestra primera bici, la Otero Sherpa.

Digo 20 años justos porque, aunque realmente no sé el día exacto del mes, sí sé que antes de la Semana Santa de 1991 nos fuimos para Otero sin tener ni puta idea de marcas, piezas, buenas o malas, etc.

La idea fue de mi amigo, que pensaba pillarse una bici para ir a trabajar, y como no hace tanto que se veían estos inventos del demonio - las mountain bikes - pues me acoplé.

El caso es que nos presentamos en la tienda, y el tipo nos contaba:

- " ésta de aquí está muy bien: lleva cambios Shimano Exage 500LX, frenos Shimano (manetas de plástico, no frenaban mucho que digamos), bielas Shimano..."

Y nosotros nos mirábamos, con cara de póker:

- Parece bonita, ¿no?

Comentario acorde con nuestros limitados - nulos - conocimientos técnicos...


El caso es que dejamos las bicis encargadas en Otero antes de la Semana Santa de 1991

"El lunes las tenéis listas" nos aseguraron.

Recuerdo como si fuera ayer que luego nos fuimos al Corte Inglés, y entre risas ya planeábamos viajes, ya nos veíamos entrando en pueblos perdidos, y nos compramos unas gorras Prince amarillo fosforito, iguales para los dos ¿recuerdas Victor? que ahora no llevaría ni de coña, pero que guardo llena de pins. Por supuesto no pienso tirarla.


Y yo al menos, que tampoco salí de puente aquel año, estuve los cuatro días deseando que llegara el lunes para recogerla...

Encima echaron en la tele una pelicula de bicis de...Kevin Costner "Amercian Flyers", vale, no muy buena, pero de bicis...y yo sin mi mountain bike!!

No decir más que como el protagonista llevaba unos guantes negros, yo quería unos iguales.


El lunes llegó, soltamos 70.000 pesetas de la época - cada uno - y nos tiramos cuesta abajo por la Calle Segovia sin saber como funcionaba aquello de marchas y piñones...asi que llegamos al barrio con las piernas duras como piedras. Nada más llegar, las coñas de los amigos.

Alberto me pilla mi flamante Otero y se pone a derrapar...¡ya me la estás gastandooo!


Después llegaron algunas carreras locales y algunos viajes: Victor a la Expo´92 Sevilla, a Noja (Cantabria), luego Camino Santi´93, y algunos otros que salieron por ahí, ya con otras bicis...¡qué tiempos!

Algún otro amigo se sumó a la banda: Curro y su Trek, Miguel y su Raleigh Chill (qué bonita era - y es - la jodía) o Edu y su Trek 7000, todas más modernas.


Víctor y yo cambiamos las Otero Sherpa antes de llegar al año - que esto ya nos había enganchado - y las nuevas ya eran cosa fina: un servidor una Scott Team Racing´92 y mi amigo una Trek 970, pero la Otero siempre será la primera...


Ahí queda.