
Chocolate con picatostes en Puerto Navacerrada, no parece un desayuno muy de deportistas, pero bastante reconfortante, y eso que salía, en principio, un buen día.
Ninguno de nosotros conocía el camino, aunque sobre el mapa no parecía haber mayor problema.
Personalmente, que en temas de excursión suelo ser optimista (parece que hace bueno, no habrá nieve...) opté por mis viejas zapatillas de trekking, que ya con la suela desgastada y con nieve no resultaron la mejor opción. El resto del grupo ningún problema con las botas.
De momento solecito, hasta paramos a echar fotos. Cuando ascendemos por la torrentera de piedras hacia Cabezas de Hierro, cada vez más nieve y pendiente más pronunciada, la gente que pasa, lo hace con crampones y piolets, y nosotros en plan excursionista...como mucho Yago con sus mini-crampones del Decathlon.
El plan era alcanzar Cabezas, girar a Bola del Mundo, y desde allí vuelta por la Loma del Noruego hasta Cotos, pero esta nieve, casi hielo...
No pasa nada, aunque podríamos llegar arriba por la parte izquierda por rocas, dejamos la vuelta para otro día, almuerzo en medio de la nieve (muy buenos los sandwiches de Curro), y vuelta para abajo, que ya sopla el viento, en medio de la bajada una especie de granizo-lluvia, y sigue una nevada, que como dijo alguien en medio de las dudas acerca del camino a tomar:
-Si la nieve borra las huellas, esto podría convertirse en "Viven", la película...
(menos mal que Ximo nos convenció para no coger el camino de la derecha, que si no aún estamos buscando el coche y siguiendo el arroyo aparecemos en el mar)
Desde aquí y hasta el final caminando bajo una nevada bastante importante, nos adelanta uno de ¿unos 50 años? que ya me gustaría estar así a esa edad.
Sin novedad y ya en el coche, no tenemos tiempo ni para una Coke, nos volvemos a casa.
Lo bueno es que a pesar de la nieve que caía, el puerto estaba lleno de chavales andando y tirando de trineo.
Con esta excursión ya puedo vivir toda la semana.