24 mayo 2011

Uno de los 10.000 del Soplao 2011

Como enamorado de Cantabria, llevaba unos años con esta marcha en la cabeza - cada año la dejaba pasar, inalcanzable - pero tuvo que obligarme mi amigo David en Enero de 2011:
"Rubén y yo nos hemos apuntado para el 21 de Mayo, el que quiera que nos siga..."
Concretamente, el título del correo fue: "maricón el último..." je, je
Asi que tras consulta y permiso por el mando supremo - mi mujer - y algunas dudas sobre mi estado de forma, decido que me apunto y que sea lo que Dios quiera...

Fue apuntarme y pasar el día "atacao", como un chute de adrenalina, la sonrisa en la boca, manos a la obra, a entrenar para terminar con dignidad.
Al final fueron sobre todo rodajes al mediodía de 2 horas máximo - tampoco cuestas, que donde trabajo no hay de eso - según se acercaba el día alguna salida bastante larga, algún domingo que otro para ir haciendo callo.
A ratos me veía capaz de todo, y otros pensaba que ni de coña podría con ello.
Finalmente, y teniendo en cuenta mi estado de forma en Enero, no me fuí tan mal para allá.
Lo peor durante la preparación, 1 caida con golpe en las costillas - 2 semanas jodido - 1 catarro mal curado 3 semanas antes, 1 aviso de lumbalgia, y sobre todo 1 último catarro con fiebre 4 dias antes del día D, que me dejaba debilitado y con dudas ante el desafío.

Asi que el viernes 20 de mañana, me encuentro tirando para Cabezón de la Sal, disfrutando del viaje, - aunque me gusta conducir, no tengo un BMW - parando en pueblos perdidos y poco a poco hacia el destino. El menú del día que me zampo en Barros por 8 euros es de antología. No me entra ni la tarta de postre.
En Cabezón me uno al resto de la tropa, recogida de dorsales y cena agradable con amigos y familia de Manolo, que viven en el Valle. Me dan cierta envidia. Realmente me siento - me hacen sentir - especial, aunque yo me veo algo congestionado y dudando sobre si seré capaz de terminar, ya que todavía noto los efectos del catarro.
Me cuesta quedarme dormido - creo que a David le pasa igual: no te jode, con el café que se ha metido - tampoco estoy nervioso, pero tengo calor y tardo en caer.

Suena el despertador sobre las 6.15h -no habré dormido mucho pero tampoco estoy cansado, asi que sin dudarlo para arriba - desayuno tazón de leche con cereales, más un sobao pasiego talla XL; se me hace poco para lo que nos espera pero no me entra más.
Nublado pero templado, asi que vestidos de corto para la salida.
Manolo se encuentra con su amigo "el Quillo" ¡Qué moral venirse desde Cádiz! aunque la ocasión lo merece...
En la salida atajamos la avenida principal y nos colocamos hacia la mitad de la marea multicolor, nadie nos dice nada, asi que tampoco hay mayor problema. Suena el "Thunderstuck" de AC/DC, ya convertido en costumbre, la piel de gallina, la megafonía te contagia, se cuentan los minutos... cuando queda apenas 1 minuto, la marea coreando los segundos cuenta atrás: 10...9...8......3...2...1 ¡Adelante!

Unos 6 minutos en cruzar bajo el arco de salida con AC/DC y tirar por la N-634.
Tengo clarísimo que voy a guardar fuerzas, asi que me pasan por todos lados ¡no huyáis cobardes! tampoco me inmuto.
David y Rubi salieron disparados - a ver si les salen las 10 horas, pueden hacerlo - y Manolo, creo que más de mi nivel, le veo por delante pero no hago por seguirle, demasiada gente.
Enseguida se empieza a subir suave el Monte Corona, tragando polvo por pistas bajo eucaliptos ¡joder, qué bien huele por aquí! Las gafas me sobran, al maillot.
Si alguno quiere coger posiciones, ahora es el momento, hay espacios y velocidad suficiente. No es mi caso.

Se corona la ermita de San Esteban y descenso rápido hacia Rioturbio, pena de la neblina y que el aire no esté limpio, que la vista hacia Comillas y el mar sería realmente bonita.
En mi línea conservadora disfruto del tramo rodador, soleado, hasta el primer avituallamiento de Caviedes, que quizás llega demasiado pronto. El caso es que tampoco ha dado tiempo a hacer hambre, pero el hecho de ver gente y alimentos gratis casi que me fuerza a parar. Aquarius, pastelito y plátano, meo en una pared y palante!

Lo malo de por aqui, como dice nuestro Manolo, es que cualquier cuesta de menos de 5 kilómetros y desnivel inferior al 10% no se considera subida, je,je, asi que tramos empinados ni siquiera se toman como tal en los mapas. Asi que mientras nos acercamos a la subida de La Cocina, un par de rampas sostenidas de asfalto te avisan de lo que viene después. Aún así, tramo entretenido de asfalto, mucha gente animando, les quieres devolver tanto ánimo de alguna manera, asi que a partir de ahora sonrío y saludo con la cabeza, que vean que se aprecia su esfuerzo.
Llegan Las Lastras, sabía que habría que echar pie a tierra - casi mejor - de tanta gente, asi, un par de tramos empedrados alternados con otros de pedaleo y ya está hecho. Joder, miras para atrás y aún te persigue la marea de cascos ¡si es que somos casi 4.000!
Alguno refunfuña por no poder dar pedales, pero como no voy buscando hacer tiempo pienso que habrá tiempo de sobra para ello y disfruto de la compañía del resto de "soplaos"

Casi enseguida viene la subida a El Soplao, las zetas, las eses... no es una zona bonita por las obras y el terreno algo blando de barro; por mucho que quiera correr, no voy a adelantar mucho de la gente que hay, asi que yo a mi ritmo...
Casi sin darme cuenta, sobre las 11.00 me planto en el parking de El Soplao, ya estuvimos hace unos 3 años por estas cuevas y me hace ilusión volver de esta guisa.
Muy nublado y mucha humedad, asi que bebo bastante, relleno la mochila de Aquarius y engullo plátano con bollos mientras me siento en el frio suelo para estirar. El chubasquero puesto, que corre fresco.
Llamo a casa y para abajo a Celis, a ver la bajada famosa...
Con las prisas se me pasa mirar el famoso cartel del infierno cántabro o algo así, que tengo en el PC, pero no voy a volver atrás - el año que viene - y enfilamos la bajada de barro rojo arcilloso, con algunas zanjas y piedras.
Tampoco es para tanto, pelín inclinada, quizás el peligro venga de tanta gente a la vez, unos bajan rápido y otros demasiado despacio. No bajo mal, pero esta vez me lo tomo con tranquilidad. Cuando llega el tramo de hormigón rayado me acuerdo de las 2 zanjas en curva que nos avisó Manolo y que anticipo bien, que si no el susto puede ser gordo. Alguno vi en la curva arreglando la bici y parece que otro se rompió la clavícula...

Atravesamos Celis - la gente aplaudiendo incansable - al enfilar la carretera me quito el chubasquero, se agradece este rodar por asfalto para relajar piernas, atravieso el cruce de Puentenansa sin mirar, aunque me hubiera gustado fijarme algo más, ya que para mí es un cruce de caminos bastante chulo, que me trae recuerdos y me lleva al pueblo de Tudanca, pero con tanta policía y aficionados se me pasa. A lo que estamos...

Enseguida abandonamos el asfalto para cruzar a la derecha por el río, bastante seco - menos mal que no eché calcetines de repuesto como avisó Manolo. Habría sido un peso extra e inútil. Si por él fuera - o fuese - cargaba con una mochila de montaña...Y es que llevarse camisetas para cambiarse en lo alto de cada puerto a todos nos pareció excesivo.
Este tramo de tierra después del río es bastante chulo y llevadero, antes de enfrentar el temido Monte Aa.
Antes se atraviesa Carmona ¡joer, qué pueblo tan bonito! ¡cómo anima la gente!

Unas rampas de asfalto y la carretera se deja por unas más inclinadas de tierra en la zona de Puente La Riega. Las primeras se dejan subir, pero no hago por subir las más duras, las curvas rayadas de asfalto, que hasta andando cuestan.
A tramos montado y a ratos andando, hasta que suaviza a media ladera, con el helicóptero encima, corono, bajo y pierdo la boquilla del Camelbak, desmonto y suerte que la encuentro 50mts más atrás, que el líquido ya se escapaba...

La bajada es bonita, entre sombras, terreno favorable, fácil, pero me doy cuenta de que en esta ruta no disfruto las bajadas, sino que son para mí un paso de kms. hacia el objetivo, vamos, que lo que hago es ir anticipando la siguiente subida. Uno nunca quiere que se acaben las bajadas, es la salsa del MTB, pero hoy vamos a hacer una excepción...

Me hace ilusión la aparición en el Valle de Cabuérniga entre tapias de piedra, y más aún entrar en Ruente y cruzar el puente de la Fuentona entre aplausos. Sonrío una vez más, acordándome de lo que decía aquel:
"De lo que te diga la gente ni caso, si les haces caso, estás perdido..."
De momento sigo más o menos el horario previsto, ya que paso por Ruente sobre las 13.08h
Nos ahorramos el repecho hasta Ucieda de Arriba atajando directamente desde Ruente, asi que enfilamos hacia el avituallamiento de Casa del Monte, que se me hace algo largo, unido a un grupo de 3 chavales. Más ánimos de todos los que nos cruzamos.
Aunque llevo las piernas cansadas y llego hasta aquí con la satisfacción de medio deber cumplido, ni por un momento pienso en dejarlo. Próximo objetivo parcial: Bárcena Mayor. A partir de ahí hablamos...
Desde Monte Aa me daba la sensación de ser de los últimos, con aquel helicóptero sobrevolándonos como si nos diera ya por muertos, pero aquí hay un ambiente increible, lo que me tranquiliza un poco. A buscar esa comida...

Dos bocatas de jamón regados con Coca-Cola de la tierra, Aquarius, 2 plátanos, algún pastelito... no sé cuánto comí mientras estiraba tumbado en la hierba. Luego me tumbo con los ojos cerrados. No llega a ser siesta pero ayuda.

Algo de pereza si que da salir, pero se nota que la campa se va vaciando, asi que pongo rumbo al infierno sobre...¿ las 15.00?, El Moral se interna en el bosque...
Montado, "a ver cuánto aguanto" me digo, "unos kilómetros y me bajo..." pero mira tú que sigo y sigo, y sigo... y adelantando gente ¡coño, pues no voy tan mal!
A medio puerto nos mantienen a la derecha porque los primeros ya bajan ¡qué nivel, del ruido parecen aviones! Hasta recorridos 8 kms del puerto voy montado y bien, pero cuando pensaba que ya debería ir llegando la cima, ésta no acaba de aparecer y me pasa factura, asi que desmonto varias veces, cortas, más por falta de cabeza que de piernas.
Hasta que todo llega, y en el Alto, con ganas de algo fresco, agarro una lata fría de Coke, que luego me enteré de que eran para los que subían de la bici o del ultra por el lado de Juzmeana. Yo no tengo tanto morro, si lo hubiera sabido no la cogía, más aún teniendo otro avituallamiento abajo, en Bárcena.
Bajamos todos en fila india, más lentos, ya que el carril izquierdo está reservado a los que suben , ya más numerosos.
Casi abajo, entre árboles, se me vuelve a caer la boquilla y ya no la recupero, de pronto me encuentro solo, nadie baja por detrás, los de delante han desaparecido, algo desmoralizado bajo al cruce de la carretera, y junto a otro chaval vasco atravieso Bárcena y entramos al avituallamiento.

Otro descanso largo, hace mucho calor ahora, deben de ser las 17.00 aprox., piernas en alto, ojos cerrados a la sombra, una botella de agua para la mochila, y para arriba. Miedo me da Fuentes...

El caso es que - igual que en Ucieda - la parada me da bastante vidilla, y salgo bastante bien. El paseillo junto al río lo hago acoplado a 4 chavales, y luego en la subida, el grupo se amplia y se vuelve silencioso, acongojado. Poco a poco se deshace, y sigo montado, sigo adelantando gente. No quiero decirlo en alto - que luego pasa lo que pasa - pero El Moral se me hizo más duro. Cuando veo el cartel "2,4 Km a Fuentes", pienso ¡qué pronto!, asi que esos kms finales se me hacen largos: truenos al suroeste, aparece la lluvia y acabamos por ponernos los chubasqueros, nos adelanta un 4x4 de la organización y nos dice algo de "faltan 3 kms..." ¡vamos, no me jodas! pero no es para tanto, acaba por parar la lluvia y coronamos con algo de sol.

¿Esperaba comida en el Alto? pues no, se siente, pero ya la bebida viene de lujo, saco unos higos secos de la mochila, oteo el horizonte, echo unas fotos con el móvil al valle, y para abajo.
Esta es la variante que tanto temía, por ser el punto más alejado de la ruta, y tratarse de desnivel positivo adicional, pero por el contrario, a partir de aquí tengo una sensación de aventura que me pone a tope, canturreando durante la bajada, no me importa la subida, hasta se me hace corta hasta Ozcaba ¿los higos dan doping? entrada al avituallamiento entre la niebla, hace algo de frio, estiro, bebo, no como y salida en compañia de mis colegas de ruta, de nuevo entre la niebla... parecemos los 4 jinetes del Apocalipsis.

Pena de este tramo hasta Venta Vieja, que a media ladera normalmente debe de tener una vista impresionante del valle a nuestra izquierda, pero con esta niebla, bastante que vemos al que va delante...



Igual que antes, subo bien (nota: comprar los mismos higos para 2012), sin darme cuenta llega la bajada desde Venta Vieja, pierdo a mi compi allá delante...me sonrío: bajas a 55 km/h, pero te entretienes un segundo y te pasa otro a 65. Todos lanzados hasta el penúltimo control al pie de El Moral. También me gusta atravesar los pueblos de Colsa, Los Tojos, donde hemos estado alojados alguna vez, un vistazo rápido a 60 km/h a la Posada Las Colodras, y para las zetas...
En la carretera me llama David, que ya ha llegado hace rato ¿dónde andas?...Te quedan un par de horas...¿pero todo bien?... Le digo: bien, bien... pero con ganas de decir ¡de puta madre! Luego mi madre, que al decirle que voy pedaleando mientras hablo, se asusta, y casi me deja con la palabra en la boca, ja,ja.

Llegamos dando relevos abajo de El Moral, sorpresa: dan café y crema de orujo, debe de ser para bajar la cena o aliviar las penas. Que cada uno elija su caso...
Ambiente de cachondeo, pero te quedas frío rápido, asi que me uno a otros y para arriba.
A ritmo lento, montamos el autobús, la gente se va uniendo, voy hablando con un tal Guillermo, al que la bici le cruje por todos lados, el de delante se queja de broma y le doy relevo, pero a pesar de ir lo más lento que puedo, se quedan atrás ¡si que voy fuerte!
Asi que a partir de ahora, se deshace el tema y voy solo, siempre montado, hasta casi el último kilómetro, 300 mts a pie, me cuesta el final, casi de noche, pero espero a coronar para colocar las luces. Va a estar bien la bajada...

En el Alto, las luces y sirenas de la furgoneta nos iluminan la noche mientras ponemos los focos, y me entra un pequeño bajón al desmontar ¡ahora, al final, no me jodas, estaría bueno! pero es sólo un aviso, me como un pastelito de la mochila, y se me pasa.
Un grupo pequeño bajamos El Moral entre la niebla, como fantasmas, ¡esto mejora, ja,ja!, pero si me aburría, el bloqueo de la Fox se me ha jodido, no consigo arreglarlo a tientas, y bajo todo el puerto con la horquilla rígida y la mano izquierda dormida a ratos.
Cuando alguna vez me toca el último, miro atrás y no se ve nada, oscuridad absoluta ¡alucinante! mejor me quedo con estos... Entre la niebla se escucha - que no se ve - al tipo del cencerro, que cerca de las 23.30h sigue animando como esta mañana... ¡un crack!
Cantando las curvas a izquierda y derecha, el grupo va llegando a la campa, y en cuanto el terreno se vuelve favorable, se desatan las hostilidades - para ser los de detrás, la gente no anda tan mal, pienso.

Atravesamos Ucieda, ganas me dan de bajar el ritmo o parar, sólo por disfrutar los últimos kms, pero la gente a las puertas de casa todavía animando te fuerzan a lo contrario, les decimos que somos los primeros... ¡¡pero en la 2ª vuelta!!... todos partidos de la risa.
Llega la carretera general, se dispara la adrenalina - ya el plato grande estaba metido desde Ucieda: Puente Santa Lucía...Carrejo...Cabezón de La Sal, ¡joder, la de veces que me había imaginado rodando este tramo! adelantando coches por las calles... en la última curva me reconocen mis amigos Rubén y David, unos cracks que me esperaban para cenar - habían hecho sobre las 11 horas - sigo hacia el arco de meta, aplaudiendo al público, saludando a mis últimos compis de ruta, y porque vinieron a buscarme David y Rubén, que si no, sigo a por la segunda vuelta...

Deseando que llegue el año que viene.

Tiempo total: 15horas, 36 minutos 33segundos
Llegada: 23.42 horas p.m.
Tiempo efectivo de pedaleo: A media ruta se puso a cero el cuentakm. y no pude verlo

Conclusiones:
Pasados unos días, sigo alucinado con el tema, y es que, aparte el tiempo realizado, personalmente me valió más la experiencia de pasar todo el día en el monte subido en la bici que ir buscando un tiempo, supongo que por eso no llegué fundido. Aunque por supuesto, cuando te ves fuerte, buscas tu ritmo y no hay quien te pare. El año que viene...

Y es que, como dice mi amigo David, hacer una cosa de estas entrenando tus horas y haciendo subidas no tiene mérito ¡así cualquiera!, ja,ja

Lo bueno de pasar tanto tiempo en la bici al aire libre es que ves de todo: nublado al principio, luego sol y calor, lluvia y truenos en Fuentes, sale el sol en la cima, abre el valle, vuelve la niebla, sol de nuevo, se hace de noche, niebla incluida...
Detrás, el ambiente es de mucho cachondeo, vas hablando con la gente, dentro del cansancio general, aunque no por ser "los de atrás" la gente va penando por los arcenes, qué va, casi todos montados y a ritmo...
Me da la impresión que era más cuestión de haber salido más tarde, parado más tiempo, o no haber cogido sitio más adelante durante la carrera, que de no poder más...que la gente podía.

La organización perfecta: comida y bebida nunca faltaban, variado, un detalle el café y orujo del final.
Y la gente animando durante TODA la ruta, incluso sentados a la puerta de sus casas, a pesar de ser cerca de las 12 de la noche...
Ha sido duro, pero se puede hacer.