12 mayo 2008

Cantabria me pone

Que quereis que os diga: A mi, Cantabria me pone.
Ya sé que esta frase ya la dijo Miguel Angel Revilla, el presidente de Cantabria - desde entonces me cae aún mejor- pero puedo prometer y prometo que él me la copió a mí, porque esto lo llevo yo diciendo desde hace años, cuando cada vez que bajaba del coche o el autobús, al olor del mar, o de las anchoas, o de las boñigas de vaca tudanca, soltaba:
- ¡A mí este olor es que me pone!
Y la gente se reía de mí... (ahora lo dice un presidente y todo el mundo le ríe la gracia...)
Por cierto, curioso personaje el presi de los cántabros, que para mí tiene cierto parecido con Mauricio Colmenero, el de Aída, aparte del bigote, también por la forma en que defiende su tierra y a sus paisanos. Me parece un tío majo.
Empecé a alternar por "La Montaña" cuando en 1990, algo aburridos del pueblo, subimos a Santander a pasar una semanilla: los desayunos en la Estación de autobuses, partidos de palas, ambientazo en El Sardinero...se nos hacía de noche en la playa.
Fui a visitar a mi amigo Yago, que por entonces estaba de camping en Noja, qué envidia me daba. Con el tiempo se quedaron en un apartamento, luego casa. Qué envidia me sigue dando... pero de la mala, no nos engañemos.
Precisamente con él tengo una de las discusiones sin final: Vale, casa en Cantabria, pero ¿en la playa o en la montaña?
Y desde entonces nunca he faltado a la cita, y al menos una vez al año, me paso - nos pasamos - por Cantabria: si puede ser, en verano, pero la mayoría de las veces aprovechando puentes o algún fin de semana suelto por ahí.
Todas las zonas me gustan, costa, mar, Santander la leche, de las ciudades más bonitas de España, junto con San Sebastián.
Si tengo que elegir, de monte, sin duda la zona de Saja-Cabuérniga: increíble el pueblo de Bárcena Mayor, Ruente, Sopeña, Terán, Los Tojos...
Y de playa, la zona oriental: Somo, Loredo, Ajo, Noja, Santoña, etc, la que me tocó primero; aunque el caso es que la Occidental también me ha tocado últimamente, y ya le he cogido cariño: Santillana del Mar, Ubiarco, Cóbreces, Comillas, San Vicente de la Barquera...
Perdón, de montaña, montaña... por supuesto Picos de Europa, desde que te metes en el desfiladero de La Hermida, del que decía Galdós que "debiera llamarse esófago de La Hermida, porque en él se siente uno tragado por la tierra..." Y hasta que te cierra por carretera el circo de Fuente Dé. Liébana, no hay más que decir. Por medio me perdía yo con la bici: Potes, Camaleño, Mogrovejo, ... ya lo hicimos Victor y yo cuando en nuestros tiempos mozos casi llegamos a Horcados Rojos , alta montaña, más arriba del teleférico, y nos dimos una vuelta completa al Macizo Oriental - casi 90 kms en un día - hasta que un percance en forma de caida nos obligó a volver precipitadamente al camping...
También en una travesía por Picos con un amigo de la mili, cuando después de pasar varios días entre la ruta del Cares, Bulnes, Tresviso, Fuente Dé...entre la niebla acampamos y dormimos - bueno, durmió mi amigo - bajo una tormenta de mil demonios. Yo, con un ojo abierto, pensé que ahí terminaban mis días...
Varios viajes en bici, con la casa a cuestas, o con la mochila de ataque, parando a dormir en una pensión con la ropa húmeda y la bici embarrada, porque cuando llueve en Cantabria, un poco de barro si que queda, eso sí, "rebajado" con boñigas.
Otras veces por carretera, en coche, por el valle del Besaya: Reinosa, Bárcena Pie de Concha, Molledo, Corrales... o por el valle del Pas: el mítico Puerto del Escudo (puede que nunca hayas estado en Cantabria, pero seguro te suena El Escudo), Toranzo, Puente Viesgo, Villacarriedo, Selaya - las mejores quesadas-.
También puedes entrar por el norte: los puertos de Los Tornos, La Sía, Lunada, etc. Obligado acercarse al nacimiento del río Asón.

La pena, que ahora que se está construyendo la autovía de la Meseta, aquello se llenará de tipos ávidos de arena y sol, y no será lo de antes, cuando para que pasara el autobús por la carreterilla, el que venía de frente - o la vaca de turno - tenía que dar marcha atrás
Pero sin tanta aventura pasada, siempre convenzo a mi "chati" para escaparnos al menos esa/s veces al año - hay que mantener la tradición de tantos años - y sabe que cuando entramos en Cantabria conduce ella: y yo con la cabeza fuera de la ventana, olisqueando cual perrillo, ese aire del norte.
De momento ya he enseñado a mi niña a decir "Santanté"
Y es que CANTABRIA ME PONE.

1 comentario:

yago dijo...

No hagas esto, que a mi me pasa lo mismo. Yo soy más cántabro que madrileño. Ojalá en algún momento anterior de mi vida me hubiese decidido a marcharme allí a vivir y a buscar trabajo.
Ya prepararé yo mi galería de fotos de Cantabria.

Por supuesto, yo me quedo con la costa. Las playas de Berria, Liencres, San Vicente de la Baquera o la del parque natural de Oyambre. Claro, que las olas tiran mucho. Lo bueno es que en dos horas te plantas en Fuente Dé y disfrutas de los Picos de Europa. Si es que lo tiene todo. Y el Saja, vaya sitio, que bosques y valles. A mi también me pone.